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Odias a tus clientes y no puedes más? Esto no es solo burnout (y hay una salida)

  • Foto del escritor: Constanza Busse
    Constanza Busse
  • 2 sept
  • 3 Min. de lectura

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Si leer ese título te resonó con fuerza, estás en el lugar correcto. Esto va más allá de un simple "estoy cansado". Esto es agotamiento extremo, desmoralización pura.



La rabia hacia ese cliente que pide otro cambio absurdo. El pánico silencioso de saber que si no abres el laptop hoy, no comes mañana. La parálisis total, viendo la pantalla en blanco, odiando tu trabajo y sintiendo que no hay salida.



Normalicemos esto primero: Para un freelancer, esto no es un "mal día". Es la tormenta perfecta: tu autoexigencia de ser el mejor chocó contra la realidad de que los recursos (energía, paciencia, ilusión) son limitados. Es lógico que sientas esto. El modelo "trabajas o no ganas" es brutal cuando tu mente y tu cuerpo dicen "NO".



Desde la Terapia Breve Estratégica, se entiende perfectamente este loop: cuanto más te exiges para salir del hoyo ("¡Tengo que ser productivo!"), más te hundes en la angustia y la parálisis, generando más miedo y más odio hacia la fuente de tu estrés (tus clientes, tu trabajo).



La mente intenta solucionar el problema con lo que siempre ha funcionado: esforzarse más. Pero cuando estás atrapado en este bucle, esa es justo la peor solución. Se necesita una intervención contraria a la intuición.



La Intervención Estratégica: "La Técnica del Peor Día Posible"



No te voy a pedir que te relajes o que pienses positivo. Te voy a pedir lo opuesto. Cuando la angustia, el odio y la parálisis sean máximos, haz esto:



Paso 1: Programa tu "Peor Día Posible".



· Elige un día esta semana (¡solo uno!). Ese será tu "Día del No Trabajo" oficial. No es un día "libre", es un día designado para rendirse.



Paso 2: Durante ese día, tu misión es NO trabajar ACTIVAMENTE.



· Prohíbete absolutamente hacer cualquier cosa relacionada con el trabajo. Nada de emails, nada de drafts, nada de redes profesionales.


· En lugar de luchar contra los pensamientos de odio y angustia, déjalos venir. Incluso, anótalos en una hoja: "Odio a Claudia por su feedback estúpido", "Me da pánico no pagar la renta", "Mi trabajo es una mierda".


· Permítete sentir el miedo y la desesperanza a propósito. No huyas de ellos.



¿Por qué esta locura funciona?



1. Rompe la lucha interna: Tu mayor gasto de energía ahora mismo es la lucha entre "debo trabajar" y "no puedo". Al programar la rendición, paras la pelea. Le das un permiso oficial a tu cerebro para descansar de la presión, aunque sea un solo día.


2. Reduce la procrastinación: La parálisis nace del miedo a no hacerlo perfecto. Al quitarte por decreto la posibilidad de trabajar, le quitas el poder a ese miedo. Es como decirle a tu mente: "Hoy no se puede fallar, porque hoy no se intenta".


3. Recuperas el control: Te quitas de encima la tiranía de la productividad 24/7. Tú decides no trabajar, no es la parálisis la que decide por ti. Este pequeño cambio de perspectiva es enormemente poderoso para recuperar un ápice de poder.



Al día siguiente, no magia. Pero habrás roto el ciclo de autoexigencia por 24 horas. Habrás descansado de verdad (no solo físicamente, sino mentalmente de la presión). Y desde ese pequeño espacio de calma, generalmente surge la claridad para dar el siguiente paso, pequeño pero real.



No es para siempre. Es para hoy. Empieza por rendirte un día para poder volver a luchar al siguiente con un poco más de fuerza.



Tú creaste tu independencia. Eso requiere una fuerza brutal. Ahora toca usar esa misma inteligencia para repararte.



¿Probaste esto y la voz crítica sigue siendo demasiado fuerte? A veces, el agotamiento y la angustia cavan un hoyo tan profundo que necesitamos una mano experta para salir. En nuestra clínica, trabajamos con técnicas de Terapia Breve Estratégica diseñadas específicamente para freelancers, para cortar estos bucles de ansiedad y recuperar el control de forma rápida y concreta. Agenda una primera consulta para contarnos tu caso y ver cómo podemos trabajar juntos. Tu paz mental es la inversión más importante para tu negocio y para ti.




 
 
 

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